CASA DE CAMPO
Con más de 1.722 hectáreas, la Casa de Campo es el parque urbano más grande de España y el principal pulmón de Madrid. Una gran diversidad de instalaciones, vestigios históricos, especies vegetales y animales conforman este lugar en que los amantes del deporte, de la naturaleza y de la cultura encuentran su espacio.
La historia de la Casa de Campo comienza en 1553, momento en el que Felipe II traslada la Corte a Madrid y ordena comprar la casa de campo de los Vargas, que con el tiempo va aumentando de tamaño gracias a la incorporación de fincas anexas. Con Fernando VI en el trono, este espacio se declara Bosque Real debido a la proximidad del Palacio Real y el uso que hacen de él. A mediados del siglo XVIII, bajo el mandato de Carlos III, el parque experimenta unas reformas destinadas a las explotaciones agrícola y ganadera, actividades que la reina María Cristina continúa durante su regencia.
Con la instauración de la Segunda República, la Casa de Campo deja de formar parte del patrimonio de la Corona y se hace pública para el uso y disfrute de todos los ciudadanos, aunque esta situación cambia durante los tres años de la guerra civil al convertirse en frente de batallas y bombardeos. Hay que esperar hasta 1946 para que vuelvan a abrir el parque y, a partir de esta fecha, se llevan a cabo importantes repoblaciones forestales y se construyen instalaciones deportivas y culturales conformando lo que hoy es el espacio verde más grande la ciudad.
Vestigios con historia
En el transcurso histórico de la Casa de Campo se han llevado a cabo diversas construcciones para distintos usos. Algunas de ellas han perdurado hasta hoy y otras han fenecido como consecuencia del paso de los años y la contienda militar de 1936 aunque, aún así, se conservan edificaciones originales como el Palacio de los Vargas o el Puente de la Culebra, que Sabatini construyó en 1782 sobre el arroyo de Meaques, perteneciente a la cuenca del río Manzanares.
La Tapia -construida por Sabatini para transportar el agua-, el Puente del Ferrocarril -que data de mediados del siglo XIX-, el Reservado -jardines situados junto al Palacio de los Vargas-, la huerta de La Partida -utilizada en la actualidad para la experimentación de plantas medicinales-, las fuentes históricas o los restos de la guerra civil -trincheras y búnkeres, en su mayoría-, son algunos de los vestigios que aún perviven en el parque y que muestran el papel tan importante que jugaron estos terrenos en la historia de la ciudad.
Fauna y flora
La vegetación es uno de los elementos más importantes de la Casa de Campo, de hecho, se pueden diferenciar tres ecosistemas: encinar, pinar y soto. La encina es la especie arbórea que predomina en la zona y, aunque muchas de ellas tienen más de 100 años de antigüedad y alcanzan una gran altura, también se presentan en forma de chaparrales y arbustos. El ecosistema pinar, por su parte, cuenta con un gran número de ejemplares que se han adaptado a la perfección al clima seco y luminoso del parque. Además, en su suelo suelen crecer hongos tras las primeras lluvias de otoño. Por último, los sotos o bosques de ribera están formados por especies muy diversas que suelen ser de hoja caduca y crecen en lugares muy húmedos. Algunos ejemplos son los chopos, los sauces o los alisos.
En cuanto a la fauna, este espacio verde cuenta con 133 especies vertebradas, aproximadamente. Las aves son las más numerosas, en especial los gorriones comunes, aunque el pechiazul, los pinzones o los mochuelos son otros ejemplares que también habitan en el parque. Por otro lado, entre los mamíferos podemos encontrar conejos, ardillas o, incluso, erizos que, aunque son nocturnos, se pueden observar cerca de las zarzas ribereñas. En cuanto a ovíparos, el sapo corredor, la salamanquesa, la culebra bastarda, el galápago leproso o la lagartija ibérica son algunos de los residentes de la Casa de Campo.
Actividades e instalaciones
En este parque hay distintas posibilidades de pasar el tiempo libre, ya que alberga desde instalaciones deportivas hasta las destinadas a la restauración y a la cultura. Los amantes del deporte encuentran en la Casa de Campo un lugar ideal para practicar su actividad favorita al aire libre como el footing, el tenis, la natación, el ciclismo y el piragüismo en el lago más grande de Madrid. Para información sobre las actividades deportivas de Madrid y de la Casa de Campo, puedes visitar la web oficial del Ayuntamiento de Madrid, www.madrid.org y ver todo lo que puedes hacer en este parque.
El Parque de Atracciones, el Zoológico y el Teleférico (que conecta el Paseo de Rosales con la Casa de Campo) también se encuentran en este recinto, al igual que el Recinto Ferial Casa de Campo, el pabellón Madrid Arena, el albergue juvenil y la Venta de Batán -lugar tradicional donde se encerraban a los toros en los días previos a su lidia en Las Ventas-. A todos ellos puedes acceder fácilmente en Metro en las paradas de Lago para los temas deportivos y feriales, y la de Batan, para ir al Parque de Atracciones o al Zoológico. Por ello, la Casa de Campo es el lugar idóneo para el ocio, pues concentra multitud de oportunidades de todo tipo, incluso, se pueden degustar platos típicos de varias regiones del país en el Paseo de la Gastronomía-pabellones de la antigua Feria de Campo que se han transformado en restaurantes-.